quisiera aportar dimensión de los tiempos, porque para mí fue lo más sorprendente de todo, cualquier estimación que hubiera hecho hubiese sido una estupidez
~11 hrs estábamos saliendo del puesto de Don Alfaro, para encarar el zocaga drive, la trepada a la laguna, y la subida hasta la chata con el palier roto.
16 horas estábamos enfrentados a los manchones de hielo decidiendo salir. Es decir que en 5 horas subimos 4 chatas y una moto, y cambiamos un palier. Más rápido imposible, la vuelta anterior invertimos el mismo tiempo sólo en la trepada a la negra.
17.30 estábamos en lo de Don Alfaro, ya habíamos bajado hasta el puesto. Claro, para abajo es más fácil
Estimo que 18/18.30 se habrá encajado el Vasco, ya que antes de eso estuvimos recuperando un cuchillo perdido en el puesto, recogiendo la basura que habíamos dejado de paso, etc.
Cuando apareció el cuchillo yo arranqué primero porque no daba más del frío. Subo hasta la ruta, salgo para el cajón pero al toque pasa el tanque a reserva, así que llamo y lo espero a Pablo & Pepe que subieron tal apoyo del Dakar para repostar.
Mientras suben escucho por Handy que el Vasco se encajó, lo bueno es que estaban con dos malacates y dos camionetas de ancla, en un toque sale me digo.
Termino de cargar combustible, y arranco despacio para el cajón. La lluvia de frente me cegaba mucho, la antiparra no tiene limpiaparabrisas, y sin ella las gotas castigaban feo.
Hago unos Km, subiendo unos caracoles hermosos, y escucho que le piden el hi lift a Pablo por radio....
El ánimo se me fue al piso, si hace falta ese bicho es que no va a ser fácil.
Vuelvo hasta la huella, y bajo atrás de la chata de Pablo (lo bueno de la moto es que es muy ágil en ese terreno, lo alcancé al toque). No podía creer lo que veía, la chata estaba hundida en la rueda delantera derecha hasta la altura del guardabarro. No el borde de abajo, sino el de arriba....casi a la altura del capot...
Pablo me prestó un lugar en su chata, donde cambiando algo de ropa y con la calefacción, mejoré un poco. Les pido disculpas a todo el equipo por no dar una mano a desencajar, pero honestamente no daba más del frío, y todavía faltaba salir de ahí.
A eso de las 20.00 salgo desde la ruta, encarando ya para el lado de Barrancas y no del cajón. buscábamos una cama y agua caliente. Me adelanto unos Kms, y al poco tiempo me engancho con Pepe y Pablo que avanzaron, mientras el resto terminaba de salir de la huella e inflaba gomas.
Todavía quedaba algo de luz, y le dimos toda la rosca que el camino permitía. Increíble como un poco de lluvia cambió todo, muchos más vadeos, más correntosos, piedras sueltas sobre las curvas, era otro camino.
Fue oscureciendo, Gerónimo, desde la chata de Pepe, me iba cantando las curvas y riesgos como co-piloto de rally. Yo me sentía Marc Coma, le dí murra a la tornado como pocas veces, increíble el fierrito que resultó ser. Obvio que de mi sensación a la realidad hay un abismo, pero los recuerdos son míos y los armo como quiero
:):).
Pepe luego se fue adelantando para organizar la logística del agua caliente, morfi y camas, pero a la distancia me seguía cantando las cosas más complicadas (que gran cosa el VHF!!!). Pablo me iluminó todo el viaje desde atrás, que luz pedorra que tiene la tornado!!!!!
En el camino quedó una liebre que decidió suicidarse de un cabezaso con el cubrecarter de la moto (gracias Javier!!)...
A mitad camino, vuelta a repostar. Para que tomen idea, la tornado con tanque lleno, andando en ruta ó ciudad, hace unos 170 Km. a ese ritmo, apenas habíamos hecho unos 100km...veníamos enroscados escupiendo piedras, pero en Km recorridos, fueron muy pocos.
Salimos a la ruta con Pablo, no encontramos a Pepe en Barrancas, llamado celular mediante, nos enteramos que estaba en Buta Ranquil, 36 Km más de ruta. Unos minutos más, y llegamos. Fui todo ese tramo cantando a los gritos canciones de fogón para mantenerme alerta, hasta el himno grité!!
Fueron en total, contando la ruta, unos 160Km recorridos. Desde las 20.15 hasta la 01 de la mañana. 5 horas para hacer 160 Km. ó 14 horas (desde las 11 de la mañana hasta la madrugada siguiente) desde que me subí a la moto hasta que me baje.
Entre temblando al hotel (por frío y cansancio), derecho a una habitación y ducha caliente, mientras el resto llegaba y preparaba la mesa. Dentro de las botas parecía que tenía pececitos, porque estaban llenas de agua desde la mañana...
Una tortura, pero muy, pero muy lindo. Ojalá se repita pronto.